jueves, 6 de agosto de 2009

QUE VIVA LA RESISTENCIA DE PUEBLO HONDUREÑO !

05.08.2009

Habiendo pasado más de un mes del Golpe de Estado en Honduras, el 28 de junio, la situación es cada día más crítica. Hay, declarados, 6 muertos: dos manifestantes, Isy Obed Murillo de 19 años, encontrado el pasado 5 de julio en el aeropuerto de Tegucigalpa, donde entre 200 mil y 300 mil hondureños esperaban con ansias el retorno de su presidente constitucional, Manuel Zelaya. Pero éste jamás descendió, produciéndose de ese modo represión por parte de la policía y el ejército al pueblo; otro caso es el de Pedro Magdiel Muñoz, encontrado en la frontera con Nicaragua. Después de ser detenido por la policía, apareció muerto, con 42 puñaladas y rastros de esposas en las muñecas de la mano, en una carretera de El Paraíso; los dos docentes, el maestro Roger Abraham Vallejo, y el profesor Martín Florencio Rivera, asesinado de 27 puñaladas a la salida del velorio de su colega Vallejo; y por último, y por ahora, el periodista Gabriel Fino Noriega, del municipio de San Juan Pueblo.
Lo que se vive en este país centroamericano no son sólo las muertes declaradas anteriormente, sino también la represión constante a cualquier tipo de actividad que repudie a los gorilas que tomaron el poder. Por ejemplo, ayer policías y soldados reprimieron una manifestación por que zelayistas había bloqueado una ruta que conecta la capital con el norte del país, hasta golpearon a algunos reporteros que cubrían los hechos.
Se están dando una serie de acontecimientos con el nombre de “negociaciones”, que lo único que hacen es atrasar el fin de este golpe asqueroso apoyado no sólo por las fuerzas armadas del país, sino también por los “civiles” empresarios y la iglesia católica y evangélica. ¿Acaso esto nos recuerda a los golpes genocidas producidos en América Latina entre los años ’70 y ’80?.

Ayer, el Congreso de Honduras discutió una amnistía política para el destituido Zelaya y todos los involucrados en la crisis política hondureña, siempre y cuando haya un acuerdo definitivo aceptado por las partes, en el marco de las negociaciones impulsadas por el presidente de Costa Rica, Óscar Arias. La resolución establece que la amnistía sólo cubrirá los delitos políticos cometidos entre el 28 de junio y hasta la firma del acuerdo. El punto más controvertido del Acuerdo de San José, es que el Congreso hondureño se ha negado a discutir por considerarlo inaceptable. Recordemos que el Congreso destituyó por unanimidad a Zelaya por lo que llamó "sus reiteradas violaciones a la Constitución".
El Tribunal Electoral anunció que se prepara para la impresión de 12,5 millones de papeletas electorales, la capacitación de 180.000 delegados para las mesas de votación y la fabricación de 15.000 urnas. La comunidad internacional ha pedido que se suspendan las elecciones previstas para octubre hasta que se llegue a un acuerdo para solucionar la crisis, pero el Tribunal ha dicho que eso va contra las leyes del país.
Zelaya ayer fue recibido en México, donde el presidente de este país, Felipe Calderón, añadió que la situación era "inaceptable" y exhortó a las partes en conflicto a que encuentren "con urgencia" fórmulas que "permitan resolver el problema". Calderón agradeció la visita de Zelaya a la residencia oficial de Los Pinos, en la capital mexicana.
Se anuncia la visita de una comisión de la Organización de Estados Americanos (OEA) a Honduras para tratar de restablecer el diálogo, han surgido versiones de que el Gobierno de Zelaya habría incurrido en desvío de fondos, y la amnistía, de carácter político, no lo protegería de esos cargos.

En medio de todo, y formando parte de, tenemos al presidente depuesto manifestando su disposición a zanjar la crisis "por métodos pacíficos", pero también amenazando con una “violencia generalizada” si no se le retribuye su cargo: "El golpe debe revertirse sin condiciones o, en caso contrario, vendrá una violencia generalizada".
¿No es esto un poco contradictorio?
Para rematar, el presidente estadounidense, Barack Obama, repudiando el golpe en conferencias de prensa y dándosela de progresista el muy cara dura, mientras en actos concretos no demuestra lo mismo, ni parecido, ¡todo lo contrario!. Hugo Llorens, el embajador de Estados Unidos en Honduras, admitió haber participado en reuniones donde se discutieron los planes de golpe antes del secuestro a Zelaya, es un cubanoamericano emigrado a Miami con la operación CIA-Peter Pan. Especialista del terrorismo, era director de Asuntos Andinos del Consejo Nacional de Seguridad en Washington cuando sucede el Golpe de Estado contra el presidente Hugo Chávez.
EE.UU. mantiene una base militar en Soto Cano, ubicada a 97 kilómetros de la capital, operativa desde el año 1981, cuando fue activada por el gobierno de Ronald Reagan. En los años ochenta, Soto Cano fue utilizada por el Coronel Oliver North como una base de operaciones de la “contra”, las fuerzas paramilitares entrenadas y financiadas por la Agencia Central de Inteligencia (CIA) encargadas de ejecutar la guerra contra los movimientos izquierdistas en Centroamérica, y particularmente contra el gobierno sandinista de Nicaragua. Desde Soto Cano, la “contra” lanzaba sus ataques terroristas, escuadrones de muerte y misiones especiales que dieron como resultado miles de asesinatos, desaparecidos, torturados, lisiados y aterrorizados en Centroamérica.

No hay posibilidad alguna de que este golpe termine de forma positiva si el pueblo no se levanta en armas. Y esto va más allá de estar a favor o no del uso de armas, ya se está convirtiendo en una cuestión de unos o los otros. O lo pagan los golpistas que son los mismos que oprimen al pueblo trabajador día a día llenándose los bolsillos de dinero, o las cosas se revierten, y el pueblo se revela en contra de los gorilas.

Sofi.

(Ayuda para completar la información: diarios El País, España, Crítica de la Argentina y Página/12.)

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